jueves, 18 de noviembre de 2010

Batista solo piensa en el presente


Tan solo restan ocho meses para la celebración de la Copa de América, y esa será la ocasión en que los anfitriones deben mostrar una versión muy distanta a la que dio la selección entrenada por Maradona en el Mundial. En su país contarán casi con la obligatoriedad de llevarse el trofeo, algo que no sucede desde 1993, demasiado para la albiceleste. Esa presión le puede costar caro al conjunto ahora entrenado por Batista, que no duda en presentar un once con Zanetti, Heinze o incluso Burdisso en defensa, jugadores que ya han vivido su mejor momento y que dificilmente llegarán a la gran cita que es el Mundial de 2014. Por ello quizá ahora lleguen resultados optimistas, pero la perspectiva de futuro no es tan halagüeña, al menos en esa línea de formación. En el centro del campo el nuevo seleccionador parece tener como hombres predilectos a Mascherano y Banega con Pastore unos cuantos metros más avanzado, Di María como extremo en la izquierda, Messi con libertad e Higuaín en punta. Tanto a Mascherano como a Banega les falta velocidad a la hora de transitar el balón desde la defensa al ataque, lo que reduce los espacios para los jugadores de más calidad, ya que en pocas ocasiones logran aparecer por sorpresa. Eso sí, cuando Messi logra el más mínimo hueco todos los problemas se olvidan, algo que puede ser negativo si se cae en la complacencia.

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