domingo, 30 de diciembre de 2012

Entrevista a Aldo Poy

Si existe un jugador que pueda representar a la afición canalla y al club Rosario Central, ese es Aldo Poy. Dedicó toda su carrera al club de la ciudad donde nació, y aunque sus primeras temporadas fueron complicadas, más tarde pudo hacerse hueco incluso en la selección argentina que acudió al Mundial de 1974 a base de goles. No obstante, un gol es el que mantiene a Poy en la memoria de los aficionados de Central, el conocido como “La Palomita de Poy” y que sirvió para vencer a Newells, el gran rival de la ciudad, en las seminales del campeonato nacional en el estadio Monumental. El partido se disputó el 19 de diciembre de 1971 y aún en la actualidad se conmemora dicha fecha. Además sirvió de inspiración al escritor Roberto Fontanarrosa para que crease uno de sus relatos más conocidos. Esto no es más que un par de detalles que muestran la pasión con la que se vive el deporte del fútbol a orillas del río Paraná, lugar del que permanentemente florecen futbolistas de talla mundial. Ahora Poy dedica su tiempo a la política y actúa como concejal en Rosario desde hace un año.

-¿Qué se siente al ser aún recordado tantos años después por un gol que marcó en un club como Rosario Central? Cualquier acontecimiento con una gran cantidad de años de historia, como puede ser un gol, produce una gran satisfacción. En mi caso, al ser reconocido mundialmente por gente de Rosario Central que me transmite permanentemente muestras de afecto y de cariño. Ese muestra permanente de afecto, de reconocimiento que me hace sentir la gente de mi club, es algo único, muy especial, sobretodo por el tiempo que ha pasado. Siguen reconociendo mi trabajo en el campo. Creo que esa gratitud es en gran parte por el gol que marcó mi carrera. También por lo realizado durante la misma, donde tuve la suerte de coronarme tres veces campeón y donde ocupo el quinto lugar como goleador en la historia del Club.

  -¿Dada la rivalidad de Central con Newells es eso un problema para captar votos de aficionados rojinegros o el ciudadano sabe distinguir una y otra faceta? Creo que la mayor cantidad de votantes fueron del Club al que pertenezco, pero sin embargo creo que la gente sabe diferenciar una cosa de la otra. De hecho, sé que capté votos de diferentes sectores geográficos de la ciudad y con preferencias por los distintos clubes. Creo que eso se debe a mi trayectoria personal dentro de esta ciudad que me vio nacer y de la que nunca me quise ir. Es un reconocimiento a mi permanencia y afecto por la ciudad de Rosario.

  -Qué es más difícil para usted, ¿lidiar ahora con los políticos o manejarse en el campo de juego cuando era profesional? Tanto la política como el juego profesional requieren de trabajo, perseverancia, disciplina y otras series de cualidades que son esenciales para desempeñarse en cualquier ámbito. En definitiva no hay nada que me pueda dar el placer que me dio el jugar al fútbol, con la gran posibilidad que tuve en el equipo Rosario Central, del que siempre fui hincha, y de integrar la Selección Nacional de Fútbol en el Mundial de 1974. No podría diferenciar si la política o el fútbol son mas difíciles una de otra.

  -¿Cómo es posible que de la ciudad de Rosario hayan salido tantos jugadores a lo largo de la historia y de tanto renombre como Martino, Kempes, Batistuta o Messi? Rosario siempre fue un semillero de grandes deportistas, talentosos, con muchos jugadores que jugaron en equipos importantes en el mundo e integraron el seleccionado nacional. Rosario tiene una historia como ciudad forjadora de deportistas y futbolistas destacados. Es un privilegio ser parte de esta ciudad que ha formado y le sigue dando al mundo jugadores de fútbol de primera línea.

  -¿Es el trabajo de cantera lo que hace posible el éxito de los equipos de la ciudad? ¿Cómo funcionan básicamente las canteras de equipos como Newells y Central? El trabajo de divisiones inferiores en los dos clubes es importante por la gran cantidad de jugadores que aglutina desde divisiones menores, comenzando con chicos que juegan en canchas de siete jugadores. Al pasar a canchas de once jugadores, ya existen gran cantidad de categorías que comienzan desde los 12 años hasta llegar a profesionales, con campeonatos de fútbol locales por medio de la Asociación Rosarinas de Fútbol, y la Asociación de Fútbol Argentino. Desde novena hasta cuarta división, los jugadores van puliendo su técnica, destreza; muchos quedan en el camino, dejando de lado la ilusión de convertirse en deportistas profesionales y otros alcanzan la meta. En ese sentido, no solamente alcanza con condiciones técnicas importantes sino que se necesita querer mucho lo que se hace, ser inteligente, constante, disciplinado y sobre todas las cosas, amar la profesión.

  -¿Cómo se vive el fútbol en Rosario? ¿Hay tanta pasión como se dice por este deporte y los colores del equipo? Rosario es quizás la plaza futbolística en Argentina con más pasión por este deporte, donde cada encuentro se vive con un fervor indescriptible. Sin dudas el fútbol es en Rosario la pasión de multitudes. Cada partido de fútbol es una nueva instancia para renovar la atención de hinchas y fanáticos y periodistas. Hay todo un seguimiento del acontecer de los equipos incluso diariamente con lo que ocurre en los entrenamientos. El fútbol en Rosario forma parte de la agenda diaria; es aquel que te da las satisfacciones y las amarguras, vividas ambas con pasión.

  -Se habla de algunos problemas que ocasiona a veces una pasión desmedida, daños a lugares públicos, agresiones… ¿cuál es la situación con las Barras Bravas? Es una situación que lamentablemente va en crecimiento. Creo que no solamente va en crecimiento dentro del fútbol sino de toda la sociedad. Es uno de los problemas que tiene un trasfondo más complejo y de difícil solución porque nos encontramos inmersos en una sociedad violenta de la que también forma parte el fútbol. Creo que a nivel de los dirigentes el tema de la violencia y la erradicación de los barras bravas es la gran deuda pendiente que tienen los clubes con los aficionados y con el resto de la ciudad.

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